Información adicional
Peso | 0.134 kg |
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Editorial |
Descripción
João Gilberto Noll es uno de los escritores contemporáneos más importantes de Brasil. Podría decirse que es un gran equilibrista: autor de culto que no necesita esconderse ni preservarse más de la cuenta; escritor clásico que no deja para nada estelas de anacronismo; escritor moderno que no deja de reconocer tradiciones, influencias ni padres literarios; autor experimental absolutamente legible; autor prolífico que nunca convirtió su literatura en una serie automática sin sentido ni, lo que es todavía más importante, dejó entrever en ningún momento de su obra un quiebre, un bajón de calidad alarmante como sucede con muchos prolíficos; autor existencialista -además de Pessoa y Sartre, su influencia más visible es Camus- que puede leerse en forma autónoma, es decir, sin manuales de literatura, ni guías filosóficas de estudio. Noll desarrolla obsesivamente en sus libros el tema de la fragmentación de la identidad a través de un único personaje -que nunca carga nombre, ni descripción física y nunca es nombrado por los otros- a la deriva de una serie de transformaciones, viajes y circunstancias bajo el filtro y el velo de un incesante motor reflexivo Un tipo de errancia casi voluntaria que lo hace desplazarse por caminos totalmente imprevisibles y nunca elegidos, aunque afrontados sin ningún tipo de resistencia. En cierta forma, el centro neurálgico que hace equilibrio dentro del gran arte equilibrista de Noll consiste en contar la experiencia de la modernidad, arrancando desde la misma fragmentación, en un gesto que lo vuelve un existencialista humano, demasiado humano, en tanto sus personajes terminan tomando, imprevisiblemente, tarde o temprano, el mango de la sartén de su destino, con decisiones por fin propias que, no obstante, terminan respondiendo siempre a un verdadero acto de fe, un acto de fe que tiene mucho que ver con la ficción.