Información adicional
Peso | 0.959 kg |
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Dimensiones | 3.5 × 16.0 × 24.0 cm |
Editorial | |
Autores | |
Cant. de paginas | |
Edicion | |
Encuadernacion |
Descripción
Desde que aquella vez entramos en la biblioteca de don Quijote para averiguar las razones de su locura, y nos vimos sorprendidos por libros que poco tenían que ver con los de caballería, que en teoría le habían vuelto el juiciopoesía, cancioneros, epopeyas, novelas pastoriles, los libros y las bibliotecas han poblado las narraciones que nos han hecho vivir, morir, tal vez soñar.
Ha habido libros que solo servían de adorno y otros que, como talismanes, acompañaron en vida y muerte a sus dueños; bibliotecas liberadoras, refugio de desdichados, y otras, en manos inclementes, perturbadoras del género humano; ha habido bibliotecarios fanáticos, pero también amparo de pobres y consuelo de afligidos.
Hubo libros, hubo bibliotecas, noche primera. Las que parecían dignas de «felice recordación» por su hechizo, su rareza, su simpatía, su capricho o sencillamente su obviedad están en este libro.
Todas vienen a ser imaginarias, aunque los libros no lo sean (o no siempre). Sonpodría haberlo escrito en su diario el protagonista de La náusea«como héroes de novela: se han lavado del pecado de existir».