CHICA QUE COLECCIONABA SELLOS Y EL CHICO QUE ESPERABA UN TREN LA

Un año antes de su muerte, Franz Kafka vivió una experiencia muy insólita. Paseando por el parque Steglitz, en Berlín, encontró a una niña llorando desconsolada: había perdido su muñeca. Para calmar a la pequeña, el autor de La metamorfosis se inventó una peculiar historia: la muñeca no se había perdido, se había ido de viaje, y él, convertido en cartero de muñecas, tenía una carta que le llevaría al día siguiente al parque. Aquella noche Franz escribió la primera de las muchas cartas que, durante tres semanas, entregó a la niña puntualmente, narrando las peripecias de la extraordinaria muñeca desde todos los rincones del mundo. Según cuenta Dora Dymant, su compañera en aquellos días, el estado febril con el que Kafka escribía esas cartas era comparable al de cualquiera de sus inmortales obras. Éste es el relato de aquella experiencia, en la que Franz Kafka fue un mago de la palabra para una niña desconocida de la que jamás volvió a saberse nada, como tampoco de aquellas cartas que constituyen uno de los misterios más hermosos de la narrativa del siglo XX.

Un abuelo se dispone a contarle una historia a sus nietos. Una leyenda del pasado remoto de la isla en la que vive y que habla del dolor que los seres humanos infligen a sus semejantes, pero también de las ansias de libertad y de lo que un hombre lleno de esperanza es capaz de hacer.

El Corsario Negro, es en realidad Emilio di Roccanegra, señor de Ventimiglia, quien ha tomado la vida del pillaje y las armas para cobrar la muerte de su hermano a manos del pérfido gobernador de Maracaibo. Junto a su fiel amigo Morgan y su aguerrida tripulación surcan las aguas del mar Caribe en El Rayo, su nave insignia, para llevar a cabo su venganza. El destino teje sus trágicos hilos al permitir que el intrépido pirata se enamore de la bella Honorata de Wan Guld, hija de su temible enemigo. ¿Podrá el Corsario Negro cumplir con su juramento? o ¿perderá su honor cediendo ante la enternecedora mujer?

El entrenador de los Leones, el equipo de fútbol de Mini Timmy, se ha ido de vacaciones, y ahora los chicos tienen otro míster. El nuevo entrenador ha ganado un montón de campeonatos, pero a Timmy no le convencen algunas de sus ideas, como por ejemplo... ¡ponerlo a jugar de defensa en vez de delantero!

Finales del siglo XIX. A un lado la ciencia, al otro la magia. A un lado el cinematógrafo Lumière. Al otro el animatógrafo Rousby. Allí la familia real, allá unas peligrosas secuestradoras. El cine llega a la ciudad y lo hace rodeado de intrigas, aventuras y sociedades secretas. Y en medio de todo esto... ¿un héroe fuerte y decidido? ¿Un investigador audaz e invencible? No, en medio de todo esto... Elio.