Información adicional
Peso | 0.15 kg |
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Editorial |
Descripción
Construido como si fuera una objeto científico este libro instala un mundo o mejor, un ghetto más grande que el mundo. En ese ghetto las cosas funcionan extrañadas del sentido. Por alguna arbitraria razón, el signo se ha puesto boca abajo. Un árbol no es un ¿árbol¿, sino un tronco con ramas y hojas; a secas. El tiempo se resuelve en una frase enigmática: EL FUTURO YA FUE. La interpretación desfallece, y entonces Freud se dedica a escribir un texto invisible. La pintura no admite comentarios: es apenas la callada comunión física de un cuadro y un observador. Los diarios son puro grafismo, únicamente existen ¿para darle mirada a los ojos¿. Y hasta la lectura más acabada la ejercen los analfabetos. En el interior de ese sistema con leyes perfectamente articuladas, Libertella desliza la más estremecedora de las preguntas: ¿Qué será de nosotros cuando haya desaparecido el signo? ¿Cómo asumiremos la sociedad, el yo, la comunicación, el arte, la vida misma y la muerte? El árbol de Saussure no es un relato de anticipación ( no podría serlo, porque ¿el futuro ya fue¿). Es simplemente una utopía que promete la felicidad y el terror. Y es un libro extraordinario: la visita a un mundo extraño y ordinario en el que quizá estamos viviendo sin darnos cuenta.