Información adicional
Peso | 0.595 kg |
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Editorial |
Descripción
Figura esencial en la articulación del arte de los ochenta con el de los noventa, docente de artistas desde hace más de tres décadas, pintora de género y materializadora de objetos, muestras y diccionarios colectivos, Diana Aisenberg es una personalidad indiscutiblemente influyente en el arte argentino de las últimas décadas. Sin embargo, hasta ahora, el cuerpo de obra que produjo, tan numeroso como complejo, permanecía oculto detrás de su enérgica función de educadora. Este libro reúne por primera vez el trabajo que Aisenberg desarrolla desde hace tiempo. Aquí están sus madonas, los cuadros de los ochenta en los que revisó la pintura religiosa en clave feminista. Aquí sus combos, las instalaciones que cuestionaban la relación de la pintura con la realidad. Aquí sus interpretaciones pictóricas de la arquitectura del cielo; aquí sus animales, sus flores, sus pizarrones; aquí sus tributos a la madona de las artes, las instalaciones a las que invitó a participar a toda la comunidad artística, con las que le devolvía al arte su carácter sagrado y devocional, y que constituyen una extensión natural del trabajo en grupo que realiza en sus clínicas y talleres. El libro incluye un ensayo de Roberto Amigo que, dejando de lado la organización cronológica, descubre y conceptualiza los temas e iconografías que aparecen intermitentemente en la producción de la artista. A su vez, María Moreno la somete a su mítico sistema de preguntas en una entrevista que demuestra la continuidad que existe entre la biografía y el credo artístico de Aisenberg. Finalmente, un texto de Santiago Villanueva describe el método educativo que implementa en sus clínicas, seminarios y talleres, y lo conecta con la tradición pedagógica de la peña y los talleres de artistas en Argentina.